Un Mundo Repetitivo

En su novela Un Mundo Feliz, Aldous Huxley describe una sociedad futura que ha conseguido la estabilidad. Todos los ciudadanos cumplen en la vida los roles para los que se les condiciona durante la gestación (realizada «in vitro» en una cadena de producción), con tratamientos químicos y técnicas de aprendizaje inconsciente mediante la repetición constante de eslóganes. Para evitar el descontento y reforzar el conformismo, el estado proporciona una droga narcótica y alucinógena legal sin efectos secundarios, llamada SOMA, que produce una sensación de bienestar y mantiene a la población satisfecha.

Pero esto sólo es una novela…

Un Mundo Real

Comienza el curso político y vuelven la palabrería estéril y los juegos de imagen en detrimento del debate razonado y la crítica constructiva. Nuestro presidente abre el curso político en la fiesta de la minería asturleonesa en Rodiezmo (organizada, entre otros, por el sindicato SOMA), y anuncia que las pensiones mínimas volverán a aumentar el año próximo por encima de la media. Población satisfecha. Ni una mención a los problemas de la zona visitada. Las referencias a otros problemas nacionales fueron obviadas con la promesa de… ganar las próximas elecciones.

Zapatero y la «fiesta del SOMA»

En el Congreso, cuando ya pasan dos años y medio desde la masacre del 11-M, la oposición continúa insistiendo en la tesis de la conspiración, anteponiendo este debate a otros problemas más reales e inmediatos. Parecen cada vez más estar poniendo en práctica el condicionamiento mediante repetición. En palabras de Bernard Marx, protagonista de Un Mundo Feliz:

Cien repeticiones tres noches por semana durante cuatro años -pensó Bernard Marx, que era especialista en hipnopedia-. Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad. ¡Idiotas!

Alguien tendría que enseñar a todos estos actores que su trabajo es resolver problemas, no arrinconarlos y mucho menos crearlos. Desde luego, el nuestro no es un mundo feliz en cuanto al bienestar, pero su actividad política sí que parece salir de una cadena de montaje. O mejor, de montajes. Publicitarios.

Actualización (21-9-2006): Felizmente, aún quedan políticos capaces de seguir sus propios razonamientos: «Es incompatible plantear una estrategia de oposición para ser alternativa al Gobierno socialista y hacer del 11-M un eje central de actuación«, «hay muchísimos temas que me parecen más importantes» (Josep Piqué, presidente del Partido Popular de Cataluña).

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