Comienza un nuevo curso en la escuela de magia Hiccups. Todo sigue igual que el año anterior salvo por la entrada en la escuela de la profesora inglesa Angela Klamstbury para investigar el robo del Látigo de Domm-inn-atriks, un arma mágica con poder para anular a las mentes inferiores, lo que es recibido con alarma por los alumnos. Nadie sabe dónde se encuentra el eterno villano Bordemor, el innombrable, cuyo nombre está en boca de todos.
Una delegación de elfas de la noche llega a Hiccups portando el Pingüino de Cuenca para que se lo custodien. La profesora Klamstbury se hace responsable de ello y lo guarda en un sitio seguro. Por su parte, la enigmática Hulkya Byrnessen confiesa a Harry Potter que toda su vida ha querido ir a la Caverna del Terror Moderado y Harry Potter accede a acompañarla, más que nada por pena. Entre escena y escena, Harry Potter descubre que Hulkya Byrnessen es su tía desaparecida hace años en un agujero temporal. Harry Potter y Hulkya Byrnessen encuentran a la alumna nigromante Lipstix, y usando el hechizo prohibido Invokattrix descubren que está disfrazada y que en realidad se trata de la Lubina Mensajera, con la misión de ocultar el Pingüino de Cuenca de los ojos de la humanidad y entregarselo a Bordemor, que se encuentra oculto en el Pasaje del Renegado. A toda prisa, se encaminan hacia allí, donde aparece Bordemor en ese momento gritando bastante alto y blandiendo el Látigo.
Los acontecimientos se precipitan. Harry Potter contempla a la horrible Suegra Cadáver, el malísimo Draco Pinkfloy y el Temible Pájaro Uyuyuy, guardián del campo de ortigas mágicas, construyendo lo que parece ser una criatura artefacto de nivel diez, sin duda para transferir su poder a Bordemor; Harry Potter es apresado por un rayo tractor de la Suegra Cadáver, que lo retiene mientras invoca al ejército de las sombras para la batalla. Todo parece perdido. Bordemor agita el Látigo en el aire y lanza un pepinazo que le quema las cejas a Harry Potter. Hulkya Byrnessen, al verlo, se transforma en un correcaminos y sale por patas. En el último instante, y para sorpresa de todos, las elfas de la noche que estaban ocultas en el Pasaje del Renegado parecen conmoverse ante la bondad de Harry Potter y se interponen entre él y Bordemor, lanzando el poder del Pingüino de Cuenca contra los villanos, lo que termina con la Suegra Cadáver, Draco Pinkfloy y el Temible Pájaro Uyuyuy y expulsa a Bordemor de este plano y lo manda a otro perpendicular. Harry Potter y Hulkya Byrnessen se salvan de la muerte una vez más. Finalmente, como Harry Potter estuvo a punto de morir no recibe castigo alguno y éste comprende que la cicatriz de su frente (que se hizo al caer del árbol desde donde espiaba a la adorable Genoveve Lafleur) tiene un poquito que ver con el trato de favor recibido.