Ya es primavera en la escuela de magia Hattworms. Nadie sabe dónde se encuentra el temible Bordemor, aquel que no debe ser nombrado, al que todos nombran constantemente. Todo sigue igual que el año anterior salvo por la entrada del profesor Barblancus para impartir la asignatura de Protección contra Consonantes Duplicadas, lo que es recibido con reticencia por los alumnos.
Mientras Harry Potter estaba recorriendo sin permiso la Cripta de Satanás, encuentra el Arenque Místico. Intrigado, decide esconderlo entre las plumas de su búho y preguntar al profesor Barblancus sobre ello. El profesor Barblancus, preocupado, se lo da a la imprevisible Genoveve Lafleur y la envía a la Cripta de Satanás a investigar. Por su parte, la enigmática Hulkya Byrnessen confiesa a Harry Potter que toda su vida ha querido ir a la Cripta de Satanás y Harry Potter accede a acompañarla, más que nada porque no tiene nada mejor que hacer. Entre escena y escena, Harry Potter descubre que Hulkya Byrnessen es su prima segunda. Harry Potter y Hulkya Byrnessen encuentran en la Cripta de Satanás al implacable Burócrata Enfurecido y deben enfrentarse a las horribles pruebas que les propone. En mitad de una, bajo un troll que llevaba convertido en piedra desde la escena veinticuatro, encuentran el Tirachinas Sagrado de Kthururu, el arma mitológica. Harry Potter lo toma y al verlo el Burócrata Enfurecido se amedrenta y huye hacia el Castillo de Aaargghh. Harry Potter y Hulkya Byrnessen salen en su persecución.
En este momento se forma una movida gordísima. A lo lejos distinguen a Bordemor riendo como un poseso. El Burócrata Enfurecido y los hermanos Malafoll aparecen entre la bruma y crean un escudo de fuerza que protege a Bordemor; Harry Potter se lanza bajo un arbusto para intentar esconderse, pero es muy lento y el Burócrata Enfurecido advierte la maniobra. Bordemor bosteza y Harry Potter aprovecha para lanzarle el hechizo Asintemuerax, sin éxito. Entonces Harry Potter escucha una voz interior que procede del Tirachinas Sagrado; la voz le susurra "Usa la Fuerza". Al oirlo, Harry Potter atiza a Bordemor con él en la cabeza pero sólo consigue romperlo. En el último instante, cabalgando sobre amebas milenarias, aparecen sus amigas las adorables gemelas Thais y Louelma y Genoveve Lafleur y lanzan su ataque conjunto Kome Kome Ya, que confunde a los hermanos Malafoll y hace huir a Bordemor en su escoba Brushilda, salvando a Harry Potter y Hulkya Byrnessen de una muerte segura una vez más. Finalmente, los profesores no tienen en cuenta las travesuras de Harry Potter y éste comprende que saltarse las normas es reprochable, pero solamente si te pillan. E incluso así tu nombre sale delante en los títulos de crédito.