Comienza un nuevo curso en la escuela de magia Hiccups. Todo sigue igual que el año anterior salvo por la irrupción del profesor Barblancus, de la asignatura de Hechizos contra los Gases, en el Pozo Negro del Renegado, lo que es recibido con alarma por los alumnos. Nadie sabe dónde se encuentra el eterno villano Bordemor, aquel que no debe ser nombrado, al que todos nombran constantemente.
Una delegación de dragones verdes llega a Hiccups portando las Señoritas Alicatadas para que se las custodien. El profesor Barblancus se hace responsable de ellas y las guarda en un sitio seguro. Después, aunque el profesor irlandés Elkkurgan Kristlambert les ha advertido que nunca se acerquen al Laberinto de la Muerte Súbita de noche, Harry Potter convence al enigmático Leeeroy Jenkins de que le acompañe, lo que acepta porque quiere entrar en su club de Ringball. Ajeno a todo, el maligno alumno (como su nombre indica) Porkee Fatflatus encuentra el Arenque Místico y es corrompido por su poder. Explorando, Harry Potter y Leeeroy Jenkins descubren que el poder de las Señoritas Alicatadas atrae a todos los que se encuentran cerca del Pantano de Satanás. Harry Potter y Leeeroy Jenkins montan en sus escobas y se dirigen hacia el Pantano de Satanás, el lugar diabólico.
¡Todo era una trampa! A lo lejos localizan a Bordemor con su cara de póker característica. Harry Potter descubre que la horrible Suegra Cadáver y Porkee Fatflatus conspiraban ocultos, extrayendo poder de las Señoritas Alicatadas y planeando ayudar a Bordemor a conquistar Hiccups; Harry Potter se esconde tras unos matojos y, milagrosamente, descubre allí la Llama Fría de Isidrul, el arma mítica, pero no sabe qué poderes tiene. Entonces Harry Potter escucha una voz interior que procede de la Llama Fría; la voz le susurra "El secreto del ataque definitivo es...", pero la Suegra Cadáver reacciona a tiempo y desarma a nuestro héroe de una pedrada. Bordemor se rasca la entrepierna y Harry Potter aprovecha para lanzarle el hechizo Patada En Partes Blandas (un hechizo marrón oscuro), que le hace cosquillas. En el último instante, Leeeroy Jenkins se sobrepone y, usando su varita, inicia un terrible ataque que envía a la Zona Fantasma a la Suegra Cadáver y encierra a Bordemor en las dimensiones Mazmorra, salvando a Harry Potter de una muerte segura una vez más. Finalmente, como Harry Potter estuvo a punto de morir no recibe castigo alguno y éste comprende que mentir es malo, excepto si lo hace él y es para conseguir algo.